miércoles, 23 de febrero de 2011

La evolución hacia el gatesismo

Reflexión sobre “La Sociedad de la Información y la nueva economía” de Gaëtan Tremblay

En su texto, Tremblay plantea lo que existe más allá de los cambios tecnológicos, no habla del cambio, sino del impulso que lo ha provocado. Tampoco escribe sobre lo que se quedó atrás, sino que mira hacia delante y a la evolución que ahora vendrá. No habla sin embargo desde un solo punto de vista, sino que propone un debate y abre un camino desde el que comenzar a reflexionar.


En primer lugar, los avances tecnológicos ¿son una ruptura o una evolución? ¿Son una herencia o una discontinuidad? Tremblay apuesta por desligarse del cambio y observar a su alrededor. De esta forma se fija en una sociedad que evoluciona continuamente en vez de dar grandes saltos, solo que ahora el motivo del cambio no es la producción industrial, sino la producción de ideas.

Francamente, y en mi opinión, la concepción de evolución históricamente va ligada tras cambio radical. La evolución económica, basada en el poder que da el dinero, es muy reacia a los cambios, por lo que desde un comienzo se tiende a negar y obviar los cambios, refugiándose en un régimen anterior donde existe el control y el confort. Posteriormente, y tras el descalabro, la evolución se convierte en ruptura…ya no se comprende la nueva realidad porque no se ha andado el camino mientras se observaban los cambios. Por lo tanto ahora se habla de ruptura, un concepto agresivo que lleva consigo la total adaptación por el fracaso del anterior modelo. Sin embargo ¿Cómo puede existir una adaptación sin haber vivido la evolución? Desde los conceptos del régimen anterior.

¿Cuáles son las consecuencias actuales con Internet? Desde luego que, para muchos, no haber conocido el cambio a tiempo les ha llevado a un determinismo tecnológico, a un punto donde el poder de la tecnología parece sobrenatural, y donde las actuaciones se llevan a cabo planteadas desde una concepción anterior del mundo (sin tecnología) pero con la tecnología. Probablemente aquí cayeron las empresas “puntocom”.

Cambiando de tercio y por otro lado, Tremblay cae en la cuenta de que la evolución social y la evolución económica son dos conceptos que pueden ir de la mano o contrapuestos y plantea que quizá la economía ha llegado a un punto donde la acción del saber predomina sobre el saber, donde la información al ser ordenada de forma distinta, con mayor eficiencia y siendo ilimitado su acceso ha cambiado de forma definitiva. Son las ideas, por tanto, las que ahora ordenan la economía. La economía por tanto ordena también la información para conseguir la mayor rentabilidad.

La mayor rentabilidad ya no viene por la producción en masa. Sino por la producción eficiente, ordenada, donde la economía ordena una información de acuerdo a unos parámetros. La masa que predicaba el fordismo cambia ahora contra la personalización del Gatesismo que predica Tremblay. El Hardware, el “cuánto” ha perdido frente al Software, el “cómo”. Ahora ya no se busca la cantidad, sino la calidad, que es lo que está siendo demandado.

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