Con la llegada de Internet, el grado de autonomía de los emisores de información y periodistas ha sufrido un gran número de cambios. Por un lado, la multitud de plataformas que la red ofrece (Twitter, blogosfera, tumblr, webs personales) está permitiendo que el perfil de los informadores se convierta en algo mucho más propio y personal que antes de la revolución tecnológica.
Por otro lado, la aparición de la inmediatez unida al uso de Internet en dispositivos móviles y la fugacidad de las redes sociales de microblogging ha provocado que la inmediatez sea uno de los factores más destacables a la hora de cubrir información y satisfacer las necesidades de un receptor que ahora se informa en tiempo real.
Es esta inmediatez, incluso prisa en la producción informativa, unida también a la facilidad de uso, almacenaje, y difusión de Internet ha provocado que se eviten los intermediarios para llegar a la noticia definitiva. El punto de vista del periodista, así como su estilo a la hora de contar y comunicar lo que está ocurriendo y la propia narración del hecho en sí cobran importancia a partir del informador, consecuente por sí mismo, esto es, autónomo, de lo que ha contado.
El usuario, por lo tanto, podrá acceder también a la posibilidad de contar y publicar sus propias informaciones sin intermediarios, es decir, las informaciones periodísticas y el oficio informativo ya no se definirán en un nivel intermedio formado por intereses económicos ideológicos o de interés, sino que se regirán a través de la calidad, ajuste a lo narrado, diferentes puntos de vista y, sobre todo, la relación entre inmediatez y calidad.
De esta manera, el periodista podrá convertirse en el nuevo mediador de la información. Será un mediador no en cuanto a publicación, sino en cuanto a valor de oportunidad, basado en la satisfacción de los receptores y también valor añadido a partir de sus conocimientos. La escasez de factores como la cantidad de puntos de vista, causas, consecuencias y contexto informativo añadirán valor añadido a la información, y la voz de autoridad más que nunca será básica para conseguir que las informaciones profesionales perduren en los nuevos medios.
El periodista, asimismo, y a partir de su grado de autonomía se encontrará fragmentado entre las diferentes técnicas narrativas y comunicativas de las diferentes plataformas. R
Así, por ejemplo, en un periódico las informaciones estarán aún adscritas a la línea editorial y objetivos de la empresa, pero en un blog personal, la libertad será mayor al no estar unidas las opiniones personales con las del medio. Entre medias estarán las redes sociales, que al ser muchas veces nexo entre periodistas y medios, los cuales buscan la interactividad y mutimedialidad mediante estas redes, encontrarán el punto medio entre personalidad y autonomía e intermediarios económicos (empresariales).
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Bonus track: La relación confusa entre líneas editoriales, información y publicaciones personales quedó bien definida con el "affaire" de Vigalondo con El País, que albergaba su blog y decidió prescindir de sus servicios tras un chiste de humor negro en su cuenta personal de twitter. Recordemos lo ocurrido con una captura del último post de su blog:

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